Las
tormentas solares producen las auroras,
las cuales son generadas por la energía y campos magnéticos del sol. Las
moléculas de oxígeno emiten un color verde o rojo y las de nitrógeno producen
rosados, azules y violetas.
El sol
invierte la dirección de su campo magnético cada 11 años, así que cada 22 años
lo invierte y vuelve a quedar donde estaba. A medida que se acerca este cambio
se registra un pico en la actividad solar, este período se llama Máximo Solar, el cual se intercala
probablemente cada 5 años con otro período llamado Mínimo Solar.
Debajo
de la corona la superficie del sol se encuentra hirviendo. El sol es un lugar
tremendamente ruidoso, la agitada superficie del sol produce suficiente energía
sonora para sobrecalentar la corona a millones de grados. La combinación de
estas ondas sonoras y la energía proveniente del sol es responsable de las
temperaturas extremas que se registran en la corona.
El eclipse de sol ocurre cuando la luna
bloquea nuestra vista del sol. Sólo ocurre cuando la trayectoria de la luna
intercepta la línea entre la tierra y el sol, la órbita de la luna es
ligeramente distinta por 5° de no ser así tendríamos un eclipse cada mes. La
mayoría de las veces la luna pasa por encima o debajo del punto en donde se
encuentra la línea entre la tierra y el sol. Tenemos un eclipse de sol en
alguna parte de la tierra cada año y medio. A medida que la luna orbita la
tierra produce una sombra, la parte exterior donde la sombra es más tenue se
llama penumbra. Si te encuentras en la franja dejada por la penumbra a medida
que se mueve por la superficie de la tierra solo verás un eclipse parcial.
Mientras que al ubicarte en un punto dentro de la trayectoria de la sombra
interior y oscura llamada umbra presenciarás un eclipse total de sol. Cada 300
años ocurre un eclipse total de sol en un mismo lugar.
El sol tiene una cantidad fija de combustible
en su núcleo. Al agotar su combustible de hidrógeno se enfriará y colapsará
bajo la fuerza de gravedad. La energía del colapso calentará nuevamente el
núcleo hasta alcanzar cientos de millones de grados, lo cual es suficientemente
caliente para quemar el helio, bajo el calentamiento extra por la combustión
del helio la estrella comenzará a expandirse hasta llegar a ser una gigante roja. Crecerá tanto que absorberá
las orbitas de mercurio, venus y la tierra. Es probable que la tierra cambie
ligeramente su órbita y evite que la absorba; sin embargo, ocasionaría un real
calentamiento global. Al final, las capas exteriores del sol serán tan
inestables que se separarán y dispersarán por el espacio dejando atrás un
núcleo del tamaño de la tierra.
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